Advanced Level - Reading No. 4

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Dirigiendo una Película

Gordon Schultz y su equipo se están preparando para filmar una de las últimas escenas de su nueva película “Destrozado”, una historia de amor trágica que se desarrolla en España en 1938, hacia el final de la Guerra Civil Española. Como director, él está tratando de terminar de filmar la película esta semana, pero no ha sido fácil. Han tenido tantos problemas que el día anterior en un ataque de ira, rasgó una página del guión y la tiró por el inodoro. Por supuesto, ¡ahí no terminaron las cosas! El papel se atrancó en la tubería y el inodoro se rebosó. Hubo que llamar un plomero para que arreglara el lío y toda la gente quedó disgustada.

Sylvia Sánchez está en el plató mirando fijamente el techo, diciendo sus líneas entre dientes, mientras que el equipo de maquillaje hace los últimos retoques. Ella está haciendo el papel de “María Pérez”, cuyo esposo está luchando contra los Nacionalistas cerca del río Ebro. Ricky Sánchez, a sólo unos metros de ella, camina de un lado para otro, preparándose mentalmente para la escena. Él está haciendo el papel de “Oscar de la Roca”, un desertor que vuelve de la batalla, magullado y ensangrentado. Oscar y María eran amigos de niñez y ha regresado con malas noticias.

“Tomen sus lugares…” instruye Gordon en voz alta al reparto y al equipo de producción. “... y ¡acción!”

María se sienta sola en una silla, mirando tristemente la foto de su esposo. De repente, la puerta se abre y Oscar entra tambaleándose al cuarto. María se levanta y corre hacia él. “¡Oscar!” exclama; “¿qué pasó?”.

Oscar la mira y sacude su cabeza con resignación. “¡Estamos acabados! Les dimos con todo lo que teníamos. Ellos eran demasiado fuertes, demasiado bien armados. Simplemente... nos arrollaron”.

“¿Y Pablo?” preguntó ella. Oscar la mira y baja la cabeza de nuevo. “Pablo no va a volver”.

“¡No!” exclama María; “¡no puede ser!”

“¡Corten!” grita Gordon. Todo el mundo suspende la escena, y el director va donde María. “Escucha Sylvia, eso estuvo... un poco tibio; María renunció a todo para estar con Pablo. Ella esperó 8 años a que volviera de Francia para que finalmente pudieran estar juntos. Yo creo que ella estaría un poco más trastornada”. Sylvia asintió con la cabeza.

“Muy bien, retomemos desde el principio. ¡Todos a sus lugares! Cinco, cuatro, tres, dos, uno, y... ¡Acción!”

Oscar entra tambaleándose, con sangre falsa goteando de su brazo. La puerta se abre súbitamente, se sale de sus bisagras y cae sobre uno de los camarógrafos. “¡Qué diablos!... ¡Corten!!!!!” grita Gordon. Tira su guión al piso y va donde el camarógrafo herido. El camarógrafo tiene una herida muy fea en su pierna. “¡Por el amor de Dios! ¿Podría alguien llamar al 911?” “Eso no será necesario”, gime el camarógrafo sosteniendo su pierna y haciendo un gesto como si estuviera orando muy fuerte a Dios. “Sólo tráiganme el equipo de primeros auxilios, yo estaré bien”.

“¿Está seguro que está bien? De acuerdo, ustedes oyeron al hombre, tráiganle el equipo de primeros auxilios y volvamos al trabajo”, dice el director mientras que regresa a su silla. Diez minutos más tarde, los actores y el equipo están de nuevo en sus lugares. “Oscar dice ’Simplemente nos arrollaron’, retomemos desde allí”, grita Gordon esperando dejar atrás todo el incidente de la puerta. “Y... ¡Acción!”

“¡Simplemente... nos arrollaron!” comienza Oscar con un aspecto de desesperación.

“¿Y Pablo?” pregunta María, tratando de ignorar el camarógrafo que todavía se sostiene la pierna.

“¡Pablo se ha ido!” responde Oscar suavemente. “¡NOOO!!!!” gime María, comenzando a forzar una o dos lágrimas.

Gordon levanta la mirada del guión que tiene en sus manos. “¡Corten! Ricky, ¿la línea no es: ‘Pablo no va a volver’ en vez de ‘¡Pablo se ha ido!’?”

“¡Oh, sí! Yo sabía que eso no sonaba del todo bien”, responde Ricky con aire de disculpa.

“Ricky, revisa las líneas por favor. ¡Todos nos estamos muriendo de hambre aquí! Es hora del almuerzo. Terminemos esta escena y vamos a comer algo”, dice Gordon, volviendo a su silla de director. “’Pablo no va a volver’, retomemos desde aquí. Cinco, cuatro, tres, dos, uno y... ¡Acción!”

“Pablo no va a volver” comienza Ricky, tratando de volver a la escena. “¡NOOOO!!!” gime María justo cuando el celular de Ricky empieza a sonar.

“¿Es esto una broma????” grita Gordon desde su silla de director.

“¡Lo siento!!! Juraría que lo había apagado y dejado sobre la mesa. No pasará de nuevo”.

“Tres, dos, uno y... ¡Acción!” grita Gordon mientras que imagina estar estrangulando a Ricky con sus propias manos.

“¡Pablo no va a volver!”

¡NOOO!!!! ¡No puede ser!”. María cae al piso sobre sus rodillas y comienza a sollozar.

“¡Corten!” Gordon se acerca al plató y le entrega un pañuelo a Sylvia. Ella se limpia los ojos y se suena la nariz. “¿Todavía no está bien?”

“Está mejor, mucho mejor. Estoy empezando a sentir un poco tu dolor. Creo que entiendes la idea. Sin embargo, quiero ver más. Simplemente entrega todo lo que tienes. Déjame darte una imagen con la que puedas trabajar. Te han arrancado el corazón del pecho; a tus hijos se los han comido los perros; el mundo que María conoció ya no existe. ¿Me estoy haciendo claro? Ésta es una de las últimas escenas de la película. La audiencia debe querer salirse de sus sillas para ir corriendo a consolarte”.

“Entiendo”, responde Sylvia respirando profundo para prepararse para la siguiente toma.

“Está bien señoras y señores, terminemos esto. Tres, dos, uno y... ¡Acción!”

“¡Pablo no va a volver!”, gime Oscar.

“¡NOOO!!!” grita María. Ella se tira al piso y llora fuertemente mientras le pega al piso con sus puños. “¡No puede ser!”, grita mientras que Oscar corre a consolarla. “¡Malditos sean! ¿Qué le está pasando a este país?”

“No te preocupes”, responde Oscar suavemente “se las vamos a cobrar”. Él levanta la cabeza y dice con determinación: “Cataluña será salvada de esos Nacionalistas bárbaros. Ganaremos al final y España será un ejemplo de paz y prosperidad para el resto de Europa”.

“¡Corten!” grita Gordon. “¡Muy buen trabajo a los dos! Sylvia, eso es exactamente lo que quería. Tomemos un descanso para almorzar. Por favor, que alguien le consiga a Sylvia una caja de pañuelos y una bolsa de hielo para su mano. Creo que está empezando a hincharse”.

 

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